Historia del Coleo Nacional

“Cacho en la manga”

Constituye una manifestación popular arraigada en nuestra memoria. Su origen está emparentado con la historia de la ganadería en Venezuela. Desde mediados del siglo XVI, con la formación de los primeros hatos ganaderos, es muy factible que los obligarán a atrapar un toro que se escapaba de la manada, persiguiéndolo y atrapándolo por el rabo hasta derribarlo. El hábito del "coleo" se establece como práctica identificatoria del hombre de los llanos hacia 1780. En el siglo XIX se convirtió en un entretenimiento popular, con participación del público que se aglomeraba en las "mangas" que se improvisaban en las calles de ciudades y pueblos con motivo de alguna festividad. Entre los años '40 y '50, esta diversión adquirió mucho auge, pues en ella participaban militares, ganaderos y jóvenes aficionados, acompañados por conjuntos musicales y premiados con las monedas que arrojaban, desde los balcones, los ricachones caraqueños, y con las flores entregadas por hermosas muchachas.


La práctica de esta actividad proporcionó una destreza que se prestaba para la competencia. Con el tiempo, se volvió un deporte violento, instintivo, que une en competencia al hombre, el caballo y el toro. Años después se crearon los reglamentos, con exigencias y sanciones, que hacen de los "toros coleados" un deporte. También el "coleo" está conceptuado como deporte por tener categorías, campeonatos y eliminatorias, las facultades físicas, el entrenamiento y la destreza que le confieren un carácter competitivo y recreacional.
La fiesta de los toros coleados se lleva a cabo al aire libre, en una pista o manga de coleo acondicionada en terreno plano, que mide de 230 a 280 metros de largo y 10 a 12 metros de ancho, encerrada con barandas de 2 metros de altura, y construida con tubos metálicos (las primeras mangas eran de madera o bambú).
En la competencia participan los siguientes factores:
El Coleador: Principal protagonista de esta actividad. Sobre su caballo busca derribar al toro en plena carrera, agarrándolo por la cola. Su actuación lo convierte en el centro de atención de la fiesta.
El Caballo: Realiza el 80% del esfuerzo empleado para derribar al toro; es fundamental para efectuar la coleada. Los hay de diversas razas: Cuarto de Milla, Morgan, Anglo Árabe, Criollo y otras, todos se distinguen por su docilidad, fuerza y nobleza.
El Toro: Completa la trilogía necesaria para realizar la coleada. De su característica depende en una buena parte el éxito del espectáculo.
Jueces: La competencia es vigilada por tres jueces: el central, el de coso y el de tapón.
Para competir se organizan turnos de cuatro coleadores, los cuales tienen dos oportunidades de colear en la jornada del día.
El los toros coleados el juez central se ubica en la tribuna principal, vigila todo lo que sucede en la manga, impone el orden, hace cumplir el reglamento y además, mediante un altavoz, narra la competencia en el momento en que se está desarrollando. Las frases de giros y el léxico empleados en la descripción que hace el juez-narrador son propios de esta actividad; así como el ritmo de la acción y el estilo.
El grito de “cacho en la manga”, indica que el toro está en la pista y se inicia la competencia. Cuatro coleadores se lanzan en persecución del animal; cuando uno de ellos toma el rabo del toro, el resto de los participantes deben retirarse tres metros para esperar que el coleador ejecute la coleada , cada turno dura 5 minutos en los cuales los coleadores deben tratar de tumbar al toro la mayor cantidad de veces posibles.
Tipos de Coleada:
A un solo estribo: el coleador se inclina a un lado de la silla quedando sostenido por un solo estribo; es vistosa y requiere gran destreza.
A una sola mano: el coleador toma la cola con una sola mano y con gran fuerza ejecuta la coleada, su estilo recuerda a los primeros coleadores del llano venezolano.
A dos manos: el coleador inclinado a un lado de la silla, toma la cola con ambas manos para tumbar al animal.
Al caer el toro, si este levanta las cuatro patas, la coleada es efectiva; si no cae, o no levanta la patas, es nula. La coleada más celebrada es la denominada “filo de lomo”, sucede cuando el animal da la vuelta por el lomo y levanta derechas las patas. Finalizando la acción, el coleador se aparta inmediatamente, y se reinicia la disputa por la cola del toro. Culminada la faena, quien resulte triunfador será premiado con una cinta, que le coloca en la espalda alguna dama del público; este gesto es considerado el trofeo más digno del coleador. Hoy en día ya se colea por dinero el cual establecen antes de comenzar los toros coleados y hay premios en metálico para los tres primeros lugares.
La fiesta de los toros o fiesta llanera, como alguna vez se llamó, se suele acompañar con conjuntos de música criolla, que alegran el ánimo de los asistentes, y constituyen, junto a la poesía y la vestimenta que caracterizan al espectáculo, una respuesta artística de esta manifestación deportiva, que a su vez es parte del folklore nacional.
El coleo se practica de manera organizada en todo el país. La primera asociación de coleo se fundo en el estado Yaracuy el 01-08-1943. La Federación Venezolana de Coleo agrupa a todas las asociaciones; está inscrita en el Instituto Nacional de Deportes y desde 1969 participa en los Juegos Deportivos Nacionales.
Los coleadores y aficionados llevan a cabo desde hace años una campaña para que el coleo sea reconocido como deporte nacional por su carácter autóctono y por el desarrollo del mismo, que se remonta a los primeros pueblos de la Colonia.
En 1981 el Congreso Nacional lo declaró “Deporte Criollo y Tradicional”.